Heroína

La heroína es una droga sintetizada a partir de la morfina, derivada a su vez del opio que se obtiene de la planta Papaver somniferum. Se incluye en  el grupo de los opiáceos.  Fue sintetizado en 1874, tratando de buscar un fármaco con la potencia analgésica de la morfina, pero sin su capacidad adictiva, aunque pronto se comprobó que sus riesgos y efectos negativos eran superiores a los de la morfina y la mayoría de los países occidentales suspendió su uso médico. 

Se presenta originariamente como un polvo blanco, inodoro y fino que, dependiendo del proceso de producción, puede presentarse con otro color o textura. 

La heroína puede ser adulterada con quinina, lactosa, bórax, azúcar, almidón, etc., incluso se ha utilizado estricnina y otros depresores del sistema nervioso central como los sedantes. 

¿Qué efectos produce?

La heroína se fuma, se esnifa, se inhala o se inyecta por vía subcutánea intravenosa o intramuscular. 

  • Por vía inyectada, fue la forma de uso más común hasta el descubrimiento del SIDA; se disuelve el producto en agua calentada en una cucharilla, y tras agregar unas gotas de jugo de limón o vinagre, se introduce en la jeringuilla, y se inyecta. Puede llegar a alcanzar el cerebro en 15 ó 30 seg. 
  • Actualmente es más utilizada la vía fumada o inhalada (hacerse un chino), calentando la sustancia en papel de aluminio e inhalando los vapores que desprende a través de un rulo o tubo. 

Activa un sistema de nuestro propio organismo denominado  “sistema opioide”, que regula procesos físicos y psíquicos tan importantes como la sensación de placer, de satisfacción, el control del dolor y de las funciones respiratorias y cardiovasculares. Este sistema produce unas sustancias naturales llamadas “opioides endógenos” cuyos efectos son imitados en gran parte por la heroína. 

Así, el consumo de heroína activa el sistema opioide de forma antinatural y produce cambios en el cerebro que obligan a la administración continuada de esta droga ya que, si se interrumpe, aparece sintomatología de abstinencia, el decir, el sistema nervioso central necesitará de la aportación externa de esta sustancia para mantener la regulación de las funciones que realiza. 

Poco tiempo después de consumirse llega al cerebro, donde se convierte en morfina y se adhiere a los receptores opioides, dando como resultado una oleada de sensaciones agradables, calma y euforia. La intensidad de estas sensaciones dependerá de la cantidad de heroína tomada y de la rapidez con que llega al cerebro. 

Inicialmente se percibe acaloramiento de la piel, sequedad de boca y sensación de pesadez en las extremidades, en ocasiones seguidas de náuseas, vómitos y picor considerable. Posteriormente, se siente somnolencia durante varias horas, las funciones mentales se ofuscan, las funciones cardíaca y respiratoria se alternan, a veces hasta el punto de causar la muerte, según la dosis consumida. 

¿Qué riesgos provoca?

La heroína es una droga altamente adictiva, Al principio, sus efectos son muy placenteros, lo que propicia una conducta de consumo continuado y repetido provocando rápidamente tolerancia, es decir para conseguir el mismo efecto o evitar síntomas de abstinencia se necesita consumir dosis más altas. 

Con el tiempo, la heroína pierde la capacidad de producir el bienestar inicial que producía, lo que provoca un malestar cada vez mayor. 

La supresión del consumo de heroína ocasiona la aparición del síndrome de abstinencia. Se trata de un conjunto de signos y síntomas entre los que destacan: ansiedad, agresividad, midriasis (dilatación pupilar), lagrimeo, sudoración abundante, escalofríos, temblores, diarrea, náuseas, vómitos, embotamiento mental, hiperactividad locomotora y dolores articulares. Dicho síndrome de abstinencia aparece aproximadamente a las 8 horas de la última dosis generando un profundo malestar entre las 36 y 72 horas y pudiendo durara hasta 10 días. 

Los heroinómanos dejan de mostrar interés por su entorno, por su familia y por sus amigos. Todo su pensamiento gira constantemente alrededor del consumo de la droga.  

Algunos riesgos y consecuencias del  consumo de heroína son: 

  • Tolerancia. 
  • Adicción o dependencia. 
  • Enfermedades infecciosas (VIH, Hepatitis) 
  • Infección del endocardio y válvulas del corazón. 
  • Artritis y otros problemas reumáticos. 
  • Venas colapsadas.
  • Abscesos cutáneos. 

Mitos y realidades

Mito: La heroína, si se fuma, se puede controlar. 

Realidad: La heroína, de  cualquier manera que se consuma, produce una fuerte tolerancia y dependencia, por lo que el consumidor aumenta rápidamente la dosis. 

 

Mito: Si la heroína no está adulterada no es peligrosa. 

Realidad: Aunque los adulterantes de la heroína provocan importantes problemas de salud, la heroína en sí misma conlleva importantes riesgos que varían dependiendo de la forma del consumo.